COMUNICADO NRO. 3 “ AGRUPACION 9 DE JULIO “
Desde hace unos meses hemos formado una agrupación. En la inteligencia de que la Constitución Nacional y los tratados de derecho internacional humanitario, independientemente de que seamos policías; nos permite el derecho a la libertad de pensamiento, de expresión, de reunión y al de ser oídos, que implica también el derecho a ser respondidos.
Hemos tratado de ser sumamente cautos. A los fines de que no escale en crisis una conflictividad que se incrementa cotidianamente. Sin embargo, por el solo hecho de reunirnos y de que se publicara un borrador en el que salían algunos nombres de policías en actividad. El dispositivo policial articuló de inmediato una multiplicidad de herramientas encubiertas de castigo. Persecuciones infundadas, violatorias de aquellos derechos de raigambre constitucional enunciados.
Efectivamente eso ha frustrado la posibilidad de juntar las firmas necesarias para poder reclamar una nueva forma de composición del Consejo del Salario, que yo mismo cree. Que yo mismo redacté junto al ex – Gobernador Daniel Peralta.
Ambos estamos vivos, e independientemente de la endeble relación que tengo con tal Diputado, creo en el valor de su palabra y que el puede dar cuenta del verdadero espíritu que le conferimos a dicho instrumento. Invito por ello a Daniel Peralta, para que dé su opinión al respecto.
En otro orden de cosas, admito que en el año 2012 personalmente invité a todos mis camaradas a auto convocarnos e hicimos el paro policial mas largo de toda la historia de las policías argentinas.
Así como el primero me hice cargo de la medida, y fui el único policía cesanteado solo por decir la verdad respecto a nuestros déficits orgánicos, doctrinarios, funcionales, de equipamiento, y salarios.; en toda la historia de la policía de Santa Cruz y tal vez de la República Argentina.
Dicha medida no fue suficiente, y realizamos una mas en el año 2013, que tal vez no se le ha dado la importancia debida. Pero ambas fueron exitosas y perfectamente gestionadas por el ex Gobernador Daniel Peralta, a quien le arrancamos ese consejo del salario y de las condiciones laborales. En dicho caso también me hice cargo de la medida.
Se ha tratado de involucrarme en la revuelta del 2016, en la que jamás estuve al frente, pues de hacerlo también públicamente me hubiera hecho cargo. Pero ya estaba cesanteado y no tenia nada que ofrecer, a más de que no existía un consenso general y lamentablemente como en tantas otras revueltas policiales, el propio poder político alentó la medida y luego juzgó al personal engañado imputándoles el delito de sedición.
En toda la historia de las auto convocatorias solo dos fueron exitosas y me hago cargo de ellas. Y públicamente expresé que eran las últimas medidas que íbamos a tomar. Ello no fue merito exclusivo personal, sino que fue una construcción que hicimos junto muchos oficiales subalternos, algunos jefes, y varios superiores que desde las sombras prestaron su invaluable apoyo.
Ello nos permitió terminar con una multiplicidad de abusos que proliferaban en la institución. Se logró la jornada laboral limitada, el franco compensatorio, se suprimió el requisito de pedir autorización para casarse y la investigación que se les hacían a nuestras parejas. Se abordo el tema del acoso, del flagelo del suicidio, se instaló un observatorio de la conflictividad violenta. Se eliminó definitivamente el arresto riguroso. Se georreferenciaron los sectores conflictivos, se articularon cientos de becas, entregamos mas de quinientos terrenos al personal policial. Y en mi caso no recibí ninguno, y mi familia tampoco. Y muchos de los fundadores renunciaron a recibir esos terrenos y cualquier otro beneficio. Muchos oficiales pusieron dinero de sus propios bolsillos, y trabajaron a destajo para conseguir el inmueble que fue nuestra primera sede. Era puro altruismo y así debería seguir siendo.
Establecimos un dialogo horizontal con el poder político en cada paritaria, logramos mas de un 600 por ciento de aumento. Le dimos dignidad a nuestros trabajadores, cobraban un plus por uniformes. Estuvimos a punto de lograr las horas extras, que constituye una cuenta pendiente que tiene el gobierno con nosotros.
Mi cesantía duraba cinco años, pero jamás reincorporaron. Me echaron acusándome de desprestigio institucional y propaganda tendenciosa. Debido a que hice un análisis de todo lo que sucedía puertas adentro de la institución policial. Denunciábamos en cada paritaria a Jefes corruptos, acosadores, ladrones de bagatela, pero también exaltábamos la labor de muchos jefes que hacían las cosas bien
Redactamos una ley de seguridad pública, que luego fue mal copiada y pegada. Solicitamos la creación del servicio penitenciario que luego fue creado bajo condiciones infra humanas tanto para el que debe resocializar como el que tiene que ser resocializado. Propusimos la creación de una defensoría policial dependiente del órgano de representación, la creación de una fiscalía en cabeza del ejecutivo y la creación de un tribunal. Controles internos cruzados, articulados desde el parlamento y del ejecutivo.
Propusimos la división funcional, la descentralización del mando, la creación de un directorio con siete jefes de policía, para que no sigan peleando por un sillón y se pueda gestionar la conflictividad violenta de la sociedad y no la eterna puja que se produce puertas adentro de la institución
Junto a la UNPA redactamos un programa para el lanzamiento de una licenciatura en seguridad humana, que incluso fue aprobada y revisada por especialistas de otras universidades
Publicamos los balances por internet, con saldos positivos y un activo que superaba los 10 millones de dólares. Cuando dejé mi mandato la Asociación Policial me debía dinero. Nunca recibí dinero de ella. Mas allá de que me tuvieron mas de un año sin cobrar mi merecido retiro
Pasaron los cinco años y a mi no me reincorporaron. El otro día nuestro Gobernador pedía perdón a la policía. Pero olvidó que a muchos de los que estaban mirándolo eran los responsables del paupérrimo estado en que se encuentra la institución. Creo que ellos deberían haberle pedido perdón al Gobernador y a todo el pueblo.
Considero que nuestro Gobernador desconoce la verdadera historia de nuestra policía que se ha hecho con sangre de valientes pero que lamentablemente se terminó de escribir con la pluma de cobarde, que ni siquiera usa tinta, sino que la han hecho a fuerza de falsos rumores.
En la inteligencia de que a mas de que hemos juntados más de tres mil firmas que rechazan la actual composición del consejo del salario y de las condiciones laborales.
Solo me resta solicitar públicamente una reunión con el Sr. Gobernador de la Provincia o con el Vice Gobernador a los fines de aclarar lo que realmente sienten la gran mayoría de los policías. Y que entienden que no hay que perdonarle a él.
Que solo pretendemos ser escuchados, pero que cuando un activo y hasta un pasivo pretende hablar, automáticamente se lo persigue, se amenaza a su familia, se los traslada, se los amenaza con que no lo van a promover.
Incluso se le hacen sumarios si expresan el malestar en las redes sociales.
Una reunión breve con alguno de los dos mandatarios enunciados permitiría desescalar la conflictividad interna que crece día a día. Permitiría que tales mandatarios escuchen la otra campana, que a mi juicio es la verdad.
Por ello propongo, que se articule una reunión en la que me puedan escuchar el Gobernador y/o el Vicegobernador con la presencia del Diputado Peralta. A los fines de darle a conocer al poder político en que consiste el verdadero malestar que existe en la policía de la Provincia. Creo que tras ella podríamos darle al personal una cuota de certeza, que impediría desenlaces traumáticos a futuro. Una vez anuncié la producción de los mismos, y se hizo caso omiso a mis sugerencias. Lamentamos varias muertes de nuestros camaradas e injustas cesantías de nobles policías que operaron como chivos expiatorios (Ejemplo el excelente Oficial Barrionuevo) aparte de ser un humilde ex policía, también soy un científico social; que sabe de esto. Sería un despropósito que cuando comiencen a ocurrir nuevas fatalidades deban llorar sobre la leche derramada.
Entiendo que, como ciudadano, como policía injustamente cesanteado, el Estado Provincial tiene aun una deuda pendiente conmigo. Que se salda con una simple reunión que no solo le haría bien al poder político sino también a la sociedad.
Nosotros no nos vamos a rendir, queremos otra composición del consejo del salario que nosotros mismos creamos y que hoy nos han usurpado. Quienes me han dado tales avales temen hoy ser identificados, pues luego vendrán las represalias. No considero que todo esto sea la intención de nuestro Gobernador y una simple reunión disiparía todo este entuerto.
Un sector que me acompaña textualmente me ha dicho: “ … volvimos al autoritarismo de que un pseudo paritario decida los haberes de todos los policías sin legitimar la voz de sus «representados». A quienes representa son afiliados de la ACP, quienes jamás lo eligieron para paritar y fueron desvirtuando a favor de los actores políticos lo que debería constituir un espacio de dialogo horizontal, tendiente a gestionar la conflictividad y no solo limitarse al debate de salarios sino también al tratamiento de las indignas condiciones laborales.”
Reitero el pedido en nombre de la Agrupación 9 de Julio, todo esto con la finalidad de que aquel slogan de que la “seguridad la hacemos entre todos” no sea solo una expresión de deseo.
Tanto los policías en actividad como los retirados que no se sienten representados por los órganos que hoy conforman el consejo del salario; tienen todo el derecho de expresarse libremente y no temer a represalias, aprietes, aplicación de mecanismos encubiertos de castigo. No solo nos sentimos burlados ante el último incremento salarial recibido, no es por el dinero, sino por la falta de respuestas, de justificación, de la ausencia de consulta a las bases. El policía entiende la situación económica de la provincia. Pero necesitamos una respuesta que al menos nos permita saber hasta cuando debemos estar en la miseria.
Cuando nosotros hacemos la venia, queremos decir; te respeto y no te temo. Ese es el verdadero significado de nuestro saludo. Pero sin embargo estos mecanismos espurios que impiden a mis camaradas, tanto en actividad como en situación pasiva simplemente hablar, expresarnos, ser oídos y respondidos. Nos indigna aun más. Nosotros no nos vamos a rendir, respetamos, estamos condicionados tal vez por nuestras familias- Y seguiremos saludando a sabiendas que respetamos al gobierno, pero que no sabemos de miedos
MARIO MONSALVO