Sepan disculpar que me aleje por unos minutos de quién será en intendente o los que ya pelean por acceder a una beca en el concejo deliberante de Río Gallegos, me olvidaré del dólar, del riesgo país, y de los reclamos y sollozos destituyentes del gobierno de Santa Cruz. Hay otra cosas que son importantes, y no deben pasar inadvertidas, si es que en octubre se votará volver a probar la misma receta de la década pasada.
En pocos días, menos de una semana, nuevamente, hablaron por teléfono el presidente Mauricio Macri y candidato Alberto Fernández, y esto no es un hecho menor y que de ninguna manera puede pasar desapercibido, la otra parte de la fórmula del Frente de Todos, CF, no hablo desde que se dio el tsunami de votos en las Paso, ni tampoco en la redes sociales, solo se sabe, que otra vez, viajará para estar en las playas de Cuba, visitando a su hija, la cual, si como dicen, ya se curó, seguramente ahora volverá en algún tiempo más, esto es realmente sintomático, para no decir sorprendente, todo enmarcado en la campaña política, que dicen, estableció como centro, esta nueva actitud por parte de CF.
Porque se dice que es importante las dos llamadas telefónicas, no solo con Alberto Fernández, sino que se reunirán los economistas que todos los partidos políticos, obviamente, que como es usual el izquierda filo k, se niega a dialogar, a trabajar en un sistema democrático, y por tanto rehúye de mesas de consenso y de trabajo por el bien del país.
Lo de Alberto Fernández, o es una actuación, o es un verdadero cambio de actitud, quien debió entregar los atributos de poder, es decir CF, se negó a participar de la ceremonia por capricho, escapándose en un helicóptero.
Ahora nuevamente la fórmula remozada, habla por teléfono y algunos no descartan algún encuentro personal, si es to es sincero, bienvenido sea para la república, ahora es normal, ojalá que lo siga siendo si llegan al poder los cristinistas el 10 de diciembre.
Quizás cueste entender que lo que pasó en el resto del país, la sorpresa, por los millones de votos, pero tiene una lógica, que perfectamente encuadra a lo que pasó el último 11 de agosto en Santa Cruz, donde cierto es que se votó, y que la legalidad dice que quien ganó, es Alicia Kirchner, esto es absolutamente indiscutible.
Más ningún apéndice incluye los término legitimidad de origen social y legitimidad político, lo que ocurrió aquí, es nada más y nada menos, que lo que viene pasando hace tres décadas en la provincia, solo es y será gobernada por el peronismo y su diferentes ramas, de esto ya no hay ninguna duda.
Hace unos días, en el diario El Mundo de España, un tal Francisco Rosell, tituló una nota, que ha tenido gran repercusión en el país y el mundo de habla hispana, porque dice algo, que muchos callan, o directamente ocultan en su línea editorial… “Cuando los pueblos aman a sus propios ladrones”
“La atinada apreciación del maestro Borges de que el peronismo era incorregible, no ha sido enmendada por el tiempo; al contrario, se ha visto reforzada y revaluada hasta resultar una moneda común más solvente que el cíclicamente depreciado peso argentino.
Tal ponderación hizo fortuna nada más salir de labios del genio. Ello dio pie a una festejada anécdota. Con su vista ya irreversiblemente perdida, un gentil paseante se ofreció a ayudarle a cruzar una confluida avenida bonaerense. Avisado su inesperado lazarillo sobre lo que la celebridad opinaba de los peronistas, se sintió obligado a prevenir de su condición de tal: «Disculpe maestro, pero le tengo que advertir que soy peronista». Con una sonrisa bienhumorada, éste repuso: «¡No se preocupe, joven! Yo también soy ciego».
Ciertamente, Argentina, siendo un país pródigo en recursos, se ha entregado a un peronismo que ha obrado un sistema clientelar y corrupto que no sólo la ha depauperado lastimosamente, sino que la ha hecho tan solipsista (traducible de forma aproximada como «solamente yo existo) como para no percatarse de la naturaleza y de la gravedad de sus males. Empero, la atinada ponderación de Borges sobre la incorregibilidad peronista cabe extenderla a buena parte de los argentinos, aunque no se adscriben a este movimiento, si bien se comportan como tales.
Siguen diciendo el director del diario El Mundo de España, “La amplia victoria cosechada por su candidato, Alberto Fernández, en las elecciones primarias de hace unas semanas, aventura el retorno peronismo a la Casa Rosada tras los comicios decisorios de octubre”
Ante este estado de cosas, el ingeniero Macri tendría, eso sí, el honor de ser el primer gobernante no peronista que culmina su mandato desde 1928 tras heredar una situación límite con un Estado plagado de clientelismo, despilfarro y corrupción, como si fuera la forma de ser de los argentinos.
Aparecían entonces las calles bonaerenses cubiertas de graffitis con CF interpelando a los viandantes con el dedo índice junto a la leyenda “La culpa es tuya, vos me votaste”.
Siguen el editorial del director del diario el mundo, de España, Francisco Rosell… Incluso para el peronismo más recalcitrante entrañaba una gran incomodidad adherirse a la diarquía multimillonaria del matrimonio Kirchner hablando del hambre para abanderar a los desheredados que ellos producían con su nefanda política y sus mangancias al por mayor. Por más que los argentinos tengan asumido que nadie se hizo rico allí con su trabajo desde la eclosión del peronismo, incluso el abuso tiene un límite.
Olvidando su historia y condenados impenitentemente a repetirla como Sísifo (Según Albert Camus, la metáfora del esfuerzo inútil e incesante del hombre.) a arrastrar la roca pendiente arriba. La artífice de aquel «país sensacional» -«sensación de inseguridad, sensación de crisis, sensación de recesión, sensación de incertidumbre»-, al tiempo que es juzgada por sus latrocinios, retorna a la vida pública al cabo de cuatro años de dejar la Casa Rosada por la puerta trasera.
Lo hace como vicepresidente en la candidatura que ha derrotado sin paliativos a un perplejo Macri, quien además puede verse tragado por la ola gigantesca que ha desatado el tsunami electoral.
Paradójicamente, a la hora del adiós, intenta atajar contrarreloj con medidas de corte claramente peronista, que desmienten su trayectoria liberal, lo que refrendaría la generalizada impresión de que todos los partidos argentinos son, en esencia, peronistas.
En el combate que libra en pos de su pervivencia política, Macri enciende la chimenea del gasto electoral haciendo fuego con los pesos de los Presupuestos del Estado. En su agonía, ha claudicado a la tentación populista, vendiendo su alma al diablo y ya se sabe cómo se cobra éste sus deudas de juego.
En un interesante detalle de la agenda nacional, el periodista Alcadio Oña, escribía. “Faltan no más de 66 días para la primera vuelta del 27 de octubre; 96 para el hipotético balotaje el 24 de noviembre y 112 hasta que quien finalmente resulte ganador asuma la presidencia, el 10 de diciembre de 2019, para todo falta una infinitud”
Hablar de días tiene sentido, porque pone en perspectiva lo que hay y lo que puede venir, y porque hablar de los mercados, del precio del dólar y de las ventas de reservas del BCRA; del riesgo país, de las acciones, las tasas de interés y al fin, de algo semejante a una temporada probablemente tormentosa, seguro tensionante y agotadora.
Vistos desde las formas, el calendario y las piezas son lo mismo que había, pero sólo vistos desde las formas. Ahora nada luce igual, ni siquiera parecido al cuadro de unos días atrás. Desde el golpe que el cristinismo le pegó al macrismo en las PASO, el panorama cambió y cambió por completo. Despojado de los intereses de la política, también cambió para mal.
Tras el resultado electoral, de la gran encuesta, el dólar aumentó más de un 25%, y el BCRA vendió cerca de US$ 800 millones, sumando reservas propias y divisas del Tesoro Nacional, para contener la disparada.
Las tasas de interés que guían el mercado pasaron del 63 al 75 % y las acciones del Merval donde cotizan las empresas líderes cayeron 32% y el riesgo país, un termómetro de los temores asociados al pago de la deuda, subió casi un 100%.
Fue un shock fenomenal en apenas unos días, pero vale mirar en perspectiva, desde principios de abril de 2018, hace menos de un año y medio, el dólar acumuló una suba de 183%.
El tándem completo se llama pérdida de riqueza, para un país que hace años viene perdiéndola en cantidad, o si se prefiere, pérdida de ingresos a la manera en que siempre se pierden aquí durante las crisis y las no crisis. Esto es, de abajo para arriba, si es que el sablazo llega a los pisos de arriba, cosa que es puesta en duda.
En este escenario hay una parva de complicaciones que, quiera que no, pueden o van a involucrarlo. Sucede finalmente que Alberto Fernández, es parte del problema, pues aunque evite embarrarse en salidas, al embrollo que creó la gestión de Macri, habrá urgencias que deberá atender si le toca ser presidente, y atenderlas no bien asuma la presidencia.
La lista suena a interminable, empezando por la inflación y las variables atadas a la inflación, o sea, las indexaciones que ya pueblan la economía. Los precios seguirán siendo un problema.
Aunque tardío, el paquete de medidas cosmético de cambiemos, significa reconocer los costos sociales que provocó un ajuste para muchos analistas, inédito en su dimensión y es, desde luego, una movida con nítido color electoral.
También implica dar de baja el acuerdo con el FMI y, de hecho, poner al menos entre paréntesis la apuesta que el Fondo y Trump hicieron a la reelección de Macri.
Alberto Fernández, si se repiten los resultados, necesita que la economía llegue al 10 de diciembre lo más ordenada que sea posible y precisa entrar en su hipotética gestión bien armado, pero seguro sobre seguro CF y el cristinismo extremo, estarán esperando su oportunidad, para hacerse con las presidencia nuevamente, cosa que desean con tanto fervor, que se le nota demasiado.
Por último, y en vuelo rasante sobre ciudad gótica, como era de suponer, la operación clamor contra el gobierno nacional y Macri, tuvo que detenerse parcialmente, por absurda y falaz, Santa Cruz, si bien no dejará de percibir millonarias regalías como nunca antes en décadas, tal vez, solo talvez, deje de ganar por el congelamiento del precio de los combustibles que el país, el ciudadano aplaude, pero que la política electoralista, absurdamente no quiere, es tan loco, que inclusive, están contra la rebaja del IVA a la canasta básica, que el cristinismo tiene en su plataforma electoral.
Rápidamente, desde Bs As, y ante el aumento de una tibia presión social, en Santa Cruz, el vicegobernador, candidato a diputado nacional, se apuró a decir que de todos modos, no se ponía en duda el pago de salarios (creo suponer que las jubilaciones también) al decir, que de haber dificultades con el entrada de fondos nacionales, buscarían una fuente de financiamiento alternativa, sin indicar, dónde, y a qué costo financiero para el Estado.
Del resto, paulatinamente se está volviendo a la etapa de pre felicidad que dejó las elecciones del 11 de agosto, que marcó la continuidad de Alicia Kirchner por otros cuatro años más, que de la noche a la mañana, dejó de caminar los barrios y las ciudades de la provincia,
Todo vuelve a la normalidad, cortes de calles en esta ciudad, los vigiladores que quedaron sin empleo, por la subocupación de los agentes de la policía, que por efecto seguramente en una factura política de campaña, el alto mando policial, se quedaron con la supuesta custodia de la obra de la caídas represas hidroeléctricas, inexplicablemente, dejaron sin empleo a casi un centenar de empleados, para sub ocupar a quienes tiene sueldo como es el caso de los policías.
Pero poco importa, el voto ratificó estas y otras maniobras que implementara de aquí en adelante el gobierno provincial, sencillamente fueron coronadas con el de esta gestión, lo cual la hace prácticamente indiscutible.
Las prometidas paritarias, son un fantasma que se percibe, aparece entre nubes, de noche, pero no pasa de eso, solo un espectro que no se verá, mientras tanto la devaluación, líquido casi por completo las jubilaciones y los sueldos, de quien en su gran mayoría, sino todos, están por debajo de la línea de la pobreza e indigencia… nada, solo agua y ajo…
Que Dios nos ayude…