Los candidatos fantasean con la posibilidad de llegar a cada persona con la seguridad de conocer sus intereses y sus necesidades.
Pero no ocurre aquí en la ciudad gótica, donde nos quedamos en el túnel del tiempo, algunos integrantes de la cadena de la alegría y el ánimo rentada, festejaban, el acto de falta de respeto para con los conciudadanos no militantes, que durante la jornada de ayer, se vieron violentados, impedidos de circular, molestados con potentes sistema de sonido que perturban a propios y extraños…
Todavía, lamentablemente por falta de cultura cívica, confunde, la actitud de la majada, que participa de caravanas, del ruido, de las bombas de estruendo, de la música que está en el umbral de romper tímpanos, con democracia.
No señores, la democracia, o la participación de ella, es votando, manifestándose contra la corrupción, contra el robo sistemático, contra la arbitrariedad de un estado feudal, contra la ausencia de justicia.
La democracia, es vivir y disfrutar de la libertad, de contar con medios de expresión que pueda canalizar diversas opiniones, y que se dediquen a criticar al poder, porque deberían recordad, que en democracia no solo se aplaude, sino también se diciente.
Pero claro, para la cadena de la alegría, que se sostiene, solo con los cientos de miles de pesos que le aporta el Estado, es decir, tu y mi dinero, no tiene compromiso social, no puede, solo debe reflejar, todo lo bueno, según el que paga la pauta y ordena el discurso, hay que trabajar para difundir la verdad, para que sea ejercida por profesionales, no por advenedizos mercenarios, que hablan solo siguiendo el signo pesos.
Lógico es que todos vivimos, de lo que percibimos, pero hay que ser honorable, rescatar valores, no se puede justificar que la prostitución de la tarea, se encubre en la necesidad de sostener una familia o llevar dinero al hogar, porque eso es la lógica del trabajo, recibir dinero acorde al servicio que se presta, y cuanto mayor es la profesionalidad, más alta debe ser esa remuneración, que no solo incentiva, sino que le da el aire de independencia de ser leal con el trabajo encomendado, no hay que venderse por una monedas de plata, o por una bandera azul, naranja o del color oficialista.
Las caravanas, los cortes de calles, las caminatas de una par de cuadras producidas y con seguridad previa, solo muestra que somos aun un pueblo chico, pequeño en todos sentidos, una majada ovejuna que va a prestar a dónde los llevan, que nunca se corren donde los dejan y los acarrean, solo dispuestos para ir al matadero, o al cajero automático una vez por mes.
La campaña, hoy día denominadas inteligentes, al igual que el voto, se nutren en esa promesa que dar herramientas como el Big Data – algo así como compilar datos en una base de para predecir el comportamiento electoral de la audiencia, que también permite segmentar, extraer los gustos e intereses de la audiencia, pudiendo realizar así programas políticos que satisfagan las necesidades de los potenciales electores.
Toda esta parafernalia, aplicada a campañas electorales, y también lo que todos suponen que hace el rival de turno. Pero claro, la realidad, como siempre, es más compleja y tiene sus atajos.
Lo que se desea es abordar a ciudadanos con un mensaje atractivo y que despierte la atención en base a sus preocupaciones, esperanzas, miedos o demandas.
El novedoso uso de Big Data, esa inacabable base de datos generada a partir de la información y los rastros que deja a su paso cada usuario de redes, aplicaciones y servicios online, permite no solo analizar grandes volúmenes de información -herramienta clave para detectar demandas generales o potenciales-, sino también poder segmentar audiencias con altos niveles de detalle, lo que potencia la calidad y la atención que reciben las campañas.
Según describe Luciano Galup que es Consultor en Comunicación Política y Medios Sociales. Dice que “De todo forma algo un poco esquemático, pero útil para hacer una primera aproximación, podemos definir que es Big Data, el análisis de grandes volúmenes de información que nos permitan construir públicos específicos con algún nivel enriquecido de información que la simplemente dada por variables más simples con las que históricamente se han planificado y segmentado las campañas: sexo, lugar de residencia, edad, nivel socioeconómico, nivel educativo”.
Habrán notado que para participar en las encuesta, en redes sociales o llamadas automatizadas, medianamente serias, se interesan en la edad, el sexo, el nivel de estudios, la ocupación y hasta el nivel de ingreso.
Estos datos permiten agregar una capa extra a esas variables iniciales y la propuesta de públicos (micro) segmentados, apunta a en esos grandes conjuntos de votantes construir conjuntos más pequeños.
Por ejemplo, un conjunto de votantes previos que hoy están desencantados, un conjunto de indecisos, un conjunto de votantes que nunca votarían a un candidato pero que se puede lograr que no voten al principal competidor y opten por opciones con menos caudal electoral.
Cuando se habla de Big Data y micro segmentaciones, la complejidad es enorme, porque hacemos referencia a conjuntos de públicos muy diversos pero también porque se requieren creatividades y piezas publicitarias para cada uno de esos grupos.
La majada, se equivoca, cuando dicen que todo está inventado en el tema electoral, que no hay mucho que descifrar, por el contrario, somos observados como corderos patagónicos, con interés en las consultoras on line, que buscaron, escudriñar, en forma económica, en Santa Cruz como sería el resultado del domingo 11 de agosto.
Voy a ser franco, creo, pocos acertaron, no cuentan que esta es ciudad gótica y que la provincia es santacruzlandia.
La complejidad y el trabajo no se agota en identificar esas audiencias, hay que crear un material para cada uno. Lo que implica equipos de contenidos grandes y con mucha capacidad de producción. Si se tienen muchos públicos pero se muestra un solo contenido no es Big Data.
Atención, tampoco es Big Data mostrarle contenido específico a todos los ciudadanos y las ciudadanas que viven en una Provincia o en una Localidad, la televisión y la radio locales cumplían esa tarea con bastante efectividad antes de que pudiéramos trabajar con datos. Los medios reflejan esas preferencias.
Bajo el concepto de “economía de la atención”, Michael Goldhaber – un físico teórico norteamericano, publicó hace años, un artículo titulado La economía de la atención – que pone en foco cómo las redes sociales están alterando nuestras pautas de consumo. Conseguir la atención es parte central de las estrategias de comunicación electoral.
Los datos permiten reconstruir la personalidad de cada usuario conectado a internet, de forma mucho más íntima y compleja de lo que esas personas imaginan y con muchísimo más nivel de detalle del que podía proyectarse apenas unos años atrás.
La mayoría de las personas son remisas a adelantar su decisión y por eso le cuesta tanto a los consultores conseguir el número necesario de respuestas válidas.
Cuando uno mira las cifras de los estudios son de tan solo 1500 o 2000 casos, cuando hablamos de más de 35 millones de votantes. Y en realidad lo que vemos es el lote de confianzas que asoma a la superficie.
Pero por debajo de ella, hay una cantidad de voces que prefieren el silencio y que eluden cualquier consulta. Ese número es tres, cuatro y hasta cinco veces superior al de los encuestados reales.
Con ese dato en la mano, lo real es que en estas horas la inmensa mayoría de los votantes recién está empezando a evaluar qué hará cuando llegue el domingo, a la hora de ir a votar.
Pero dejando la tecnología dispuesta, para la ingeniería de las elecciones, aquí en ciudad gótica, todavía siguen con los carteles, en las columnas de alumbrado, de las plazas, de los pasacalles, de los regalos berretas, de los folletos en papel brillante, de las fotos bobas de las caravanas, de los parlantes a todo volumen, no se han dado cuenta que estamos tan atrasados, como ignorados por el resto del país.
Nadie o muy pocos saben que hay elecciones definitivas en santa Cruz, solo aquellos que operan comercialmente a favor o en contra de algún candidato que dispuso, de varios cientos de miles de pesos para que hablen de ellos.
No estoy persuadido que todo lo que han realizado sirva para dar vuelta la moneda, sencillamente porque el oficialismo, presenta tres monedas con la misma cara, salvo el color que los diferencia, son los mismo o lo que es peor, la continuidad de lo peor que le pasó a Santa Cruz, que ha juzgar por el resultado que han logrado en tantas décadas, es penoso, la situación de abandono y atraso en la que vivimos.
Me pregunto, te pregunto, la majada ovejuna, habrá madurado, le habrá bastado, el abandono de jubilados, maestros, empleados públicos con sueldos de miseria.
Le habrá bastado al resto de vivir en una provincia, donde hasta los mineros y los petroleros la pasan mal, porque no tiene un sistema de salud digno, o pueden darles a sus hijos una educación que les permita luego crecer.
Será suficiente para darse cuenta que por más millones que tengan, que vivan en mansiones, manejan autos de alta gamas, intenten darse la vida de jeques, si tienen una urgencia, enfermedad o necesidad de algo, no hay dinero que compre, un médico especialista que no hay, de un medio de trasporte que los lleve a la civilización, salvo un avión a la madrugada, para luego de tres horas llegar a donde está la sede de la civilización nacional, o que si quieren comprar algo, deberán pagar en valor oro, algo que ni siquiera es de plata berreta, donde el comercio esquilma, no trata a los consumidores como clientes, pues ellos, los seudos comerciantes- solo se conforman con venderle espejitos de colores al estado, que les paga, mal tarde y nunca, restando la coima de por medio…
No se pretende ensayar una explicación sociológica, carecemos de capacidad intelectual para hacerla, pero si es sabio recordar, que la tortura que sufre hace décadas Santa Cruz, es autoprovocado.
Habría que remontarse, en los más reciente al año 2015, habían transcurrido tres períodos presidenciales de ciudadanos de la provincia y todo seguía igual o tal vez peor.
Solo por ir a los extremos, término CF, su segundo mandato y Caleta Olivia, siguió y sigue sin agua potable para la ciudad y aquí en la zona sur Rio gallegos, nada ocurrió, ni siquiera una fábrica de profilácticos se instaló.
Pero la majada ovejuna, sin ningún sentido, siguió votando a ojo cerrado, y volvió a ganar una fórmula del ex fpv, que terminaría perdiendo en orden nacional, cuando llega cambiemos.
La paradoja de todo esto, es que la provincia de Santa Cruz, como jamás en su vida institucional corrió, fue beneficiada por el gobierno de Macri, con regalías puntuales, coparticipación, envío de fondos adicionales préstamos intrames y toda ayuda administrativa para facilitarles la administración, cosa que CF, nunca hizo y le convirtió la vida a los santacruceños y al gobierno del ex pj en un martirio, enviándole dinero directamente a los municipios, que como se está viendo ahora por ser procesados por la justicia sus ex intendentes, que se robaron todo lo que les enviaron.
Y como conclusión, en Río Gallegos, se está haciendo la inversión millonaria de parte del desagüe, cosa que ninguno había hecho teniendo todo el poder al alcance de una llamado telefónico, eran presidentes de la nación, sin embargo, nadie lo toma en cuenta y tal vez se repita la misma estupidez ovejuna, votar por algo que significa populismo berreta e inútil.
«Aún creo en un lugar llamado Esperanza»
Santa Cruz, tiene los gobernantes y políticos que se merece y se le parecen, solo queda la esperanza lejana, que la majada ovejuna, cambie de rumbo, por su bien y el de sus hijos. El domingo 11 el voto en Santa Cruz vale…
Que Dios nos ayude…