La historia nunca se repite de la misma forma, a pesar de lo que se haga.
Seguimos en cierta forma navegando en piloto automático, en un vuelo tranquilo y sin turbulencias a la vista, no obstante el trayecto aún es largo, con lo cual siempre algo puede ocurrir.
Esta metáfora aplica, para Santa Cruz, que ya preocupa la pasividad extrema que existe, tanto en el en ciudad gótica, como en el gobierno provincial, que parecen ya anticiparse a los preparativos tempranos de la navidad y el año nuevo.
La tarea sucia, la sigue haciendo la transición, es decir el presidente Macri, mientras el nuevo dueto presidencial electo, está fuera del país, CF en Cuba, y AF, no muy lejos en México, mezcla de conversaciones y descanso, en el último caso y el primero, la visita a su hija.
La diplomacia argentina que viene, se empieza a vislumbrar, con el primer viaje que realiza como presidente electo AF, se supo que estuvo con el pdte Manuel López Obrador, y además, se reunió con otros empresarios de México, para luego seguramente, dicen descansará unos días.
También, vale decir que el volumen de intercambio comercial con México con Argentina fue, en 2018, 15 veces menor que el vínculo que tenemos con Brasil (son 1785 millones de dólares con uno; 26.002 millones de dólares con el otro).
La diferencia es tan abrumadora, que cuesta entender la lógica de esta diplomacia cristinista, que se está esbozando, cierto es que se puede mejorar el comercio con México, pero claramente está en las antípodas del dónde está el dinero, que es EE.UU y Brasil.
A su vez, cabría acotar que al presidente de México, López Obrador, no le falta popularidad, la tiene afuera y adentro de su país. En la región es visto, desde su asunción, como el abanderado de la nueva izquierda regional y como el hombre capaz de neutralizar los intentos del Grupo de Lima de reemplazar a Maduro con Juan Guaidó, en Venezuela, lo cual implica que el giro de Argentina hacia la izquierda, se establecerá como eje de la gestión diplomática, del país que se viene desde el 10 de diciembre.
Lo que buscaría AF y con varios problemas crecientes, comunes que enfrentan todos los mandatarios de izquierda de la región, es buscar sin duda aliados y a la vez dólares.
Según se supo, que en su visita anterior a las elecciones, a Europa, AF, estaría sumando solo dos, de ese continente de relativa trascendencia, que serían el primer ministro español Pedro Sánchez y su par el portugués Antonio Costa.
No obstante, conviene decir que la izquierda europea está cada vez más debilitada ante el avance de los populismos (de uno y otro lado) y de la derecha.
Pueda parecer ajeno a la realidad cotidiana, a la inflación, los aumentos de precios, el temor por las tarifas que vienen, el dólar, la incertidumbre de cómo será el nuevo modelo económico, pero claramente el giro hacia la izquierda que tiene el gobierno electo de CF y AF, modifica sustancialmente el escenario en el que estaba actualmente la República Argentina, seguramente se vuelve a profundizar el eje de tendencia izquierdista, con los aliados de siempre Venezuela, Cuba y México ahora solo un par de europeos, el resto el mundo global, potente e industrial, con dólares y euros para invertir, dejarán fuera de la mira a la Argentina, no seremos socios de los mejores, volvemos a jugar en la liga inferir, salvo que desembarquen China en la Argentina y ahí pasamos a ser un foco de controversia y conflicto con EE.UU…
La sinuosa identidad del próximo gobierno por hoy, hay algo que se está armando, como en periodos anteriores, que cada vez es más grande y pisa fuerte. Lo evidente resulta, en el afán de construir una realidad a medida con el discurso, método probado en los tres gobiernos kirchneristas con las consecuencias conocidas.
Apoyada en el relato, en sus años de presidente CF ya dividió a la sociedad para inutilizar la república, con el consenso de sus creyentes y así quedarse, en sus palabras, con todo.
El periodista Héctor M. Guyot se plantea una serie de preguntas que son pertinentes: ¿Es la confirmación de que la gente no cambia? ¿Estamos volviendo tan rápido a lo mismo? ¿Vivimos ya el cuarto gobierno kirchnerista? ¿O más bien ante otro peronista? O ¿Las dos cosas a la vez?
Eso está por verse y es probable que ni los que ganaron el 27 de octubre llegarían a un acuerdo sobre estos puntos. Para aquel que pisa los dos caras de la moneda como AF tal vez dependa de su humor.
Una semana dice «CF y yo somos lo mismo» y la otra convoca a Gustavo Beliz y a Vilma Ibarra, que confrontaron siempre con el cristinismo. En medio de tantas contradicciones, hay algo que los mezcla: el realismo y la ambición de poder.
Muchos dicen que la reunificación peronista que lo llevó al triunfo (a Alberto Fernandez) supone un nuevo intento de instaurar desde lo más alto del poder institucional la impunidad como norma, desactivando las investigaciones de la Justicia sobre tantos ex funcionarios ki y sobre el vicepresidente electa, que cuenta con once procesamientos y más de cinco pedidos de prisión preventiva. Ganar elecciones no borra –no debería- el pasado ni lava pecados o prontuarios.
Lo dijo claro Marcelo Birmajer por televisión: con todo lo que se ha ventilado hasta ahora en los tribunales, la vuelta del peronismo a los pies de CF no sería una reconciliación sino un acto de complicidad.
Quizás convenga, recordar, que la historia nunca se repite de la misma forma.
El periodista económico Alcadio Oña, hace una comparación, que a la luz de los pocos datos disponibles, establece un probable escenario interesa de abordar..
Hay un dato clave de un momento crítico que puede repetirse pronto, 18 años después, aun cuando hoy las circunstancias sean diferentes o no tan diferentes de las que existían hace una década larga. Eso sí, no son ni parecidas al cuadro dramático de entonces.
Se trataría, de una ley del tipo ómnibus en la que trabajan los equipos técnicos de Alberto Fernández, semejante a la de tristemente recordada Emergencia Económica que, en enero de 2002 y a la caída de la convertibilidad, sancionó el Congreso nacional y pobló de poderes excepcionales y prácticamente absolutos al gobierno de Eduardo Duhalde.
Si bien se puede decir que fue útil a los fines más diversos, el régimen fue prorrogado de año en año hasta enero de 2017, o sea, rigió durante 16 ejercicios consecutivos, cuando de ese tiempo el kirchnerismo y luego el cristinismo gobernó con ese tipo de instrumento, que hoy día, paradójicamente los gobernadores del pj incluido el de Santa Cruz, fueron a la CSJN para hacerlo caer, ahora y otra vez, el defecto parece que se transformaría en virtud.
Supuestamente bajo la cobertura de la Emergencia Pública, -por la crisis que les deja el presidente Macri-, podrían entrar aumentos de impuestos y rebajas de impuestos; ajustes fiscales; reformas financieras y cambiarias; pagos de la deuda y, liberando el camino a todo aquello que habría necesitado la venia previa del Congreso.
El tema es no menor, el poder es prácticamente total, la mejor metáfora, sería firmarle a AF varios cheques en blanco, para que él y CF le pongan el monto.
Volviendo a la comparación histórica de hace 18 años, Como Duhalde, hizo toda la tarea sucia y compleja que arrasó con más de uno, como, la pesificación de créditos y de tarifas; la desindexación de todas las operaciones; las retenciones a las exportaciones de hidrocarburos; la doble indemnización por despidos y la posibilidad de regular el precio de los alimentos, sólo por citar algunas de la medidas que Tomaron Remes Lenicov y Lavagna, para algunos brillante, para otros terrorífica.
AF, ahora deberá decidir junto con CF, hasta qué punto quiere tensar la cuerda y por cuánto tiempo, el cristinismo, lo que no debe pasar por alto, que es cosa de acuerdos, Cambiemos manejara la primera minoría en la Cámara de Diputados y cuenta con potencia propia en la cámara de senadores.
Algunos analistas, dicen que ya habría sondeado en la CSJN sobre cómo verían una ley así. Por si es resistida y no puede salir por consenso y se atreven a manejarla por DNU.
Se habla, tal vez –demasiado- de un supuesto Consejo Económico y Social, que entraría a compartir decisiones de política económica y controlaría su cumplimiento, ahí entran a jugar la CGT, la CTA y Hugo Moyano, que están en silencio a la espera de la parte del botín de poder.
Sería una falacia, no decir que es más que innegable, que no hay acuerdo de precios y salarios posibles, con una indexación extendida a toda la economía, que corre a la velocidad del proceso inflacionario y se proyecta a contratos cada vez más cortos. De esto desórdenes, también se ocupará la ley de emergencia.
Un punto no menor y que cada vez, se cita con más frecuencia, aunque en voz baja, es qué pasaría con la indexación vigente para jubilaciones, pensiones y planes sociales como la asignación por hijos. Es un paquete de miles de millones, que involucra a prácticamente al 60% del gasto público. Surge un dilema que es estridente, ¿todo vendrá de la mano con reforma previsional?
Todo suena muy parecido, aunque paradójicamente disímil por el contexto, el plan Remes Lenicov de 2002, que colocó el objetivo en la salida de la convertibilidad, que fue continuado por Lavagna y contribuyó al fin a dejarle el terreno allanado a Néstor Kirchner.
Claro que entonces hubo un equipo de especialistas, economistas, tributaristas, técnicos y abogados, que trabajando juntos advirtieron que la convertibilidad se iba transformando en una calle sin salida.
Lo peligroso, es que hay un grupo de pensadores cristinistas, que embriagados por la vuelta y el triunfo electoral juegan con paquete de medidas pro-consumo que podría ser sintetizado en la frase “meter plata en el bolsillo de la gente y, sobre todo, en el bolsillo de la gente de menores recursos”. Rápidamente surge el interrogante, a quién se le sacará para dárselo a otro…
No hay que olvidar algo, si AF, deja de lado el tema político y se decide a gobernar fuera del relato. Del FMI hay varios stand-by aún vigentes y son tres pendientes desembolsos: uno de US$ 5.400 millones y otro de US$ 900 millones previstos para este año, más US$ 5.000 millones durante 2020.
¿Y de qué hablamos cuando hablamos de los vencimientos de la deuda?
Si hablamos de los vencimientos en dólares con los bonistas, hablamos de 1.800 millones entre noviembre y diciembre y de 9.200 millones en los cinco primeros meses de 2020. Total: 11.000 millones a corto plazo.
Finalmente, nada de lo que pasaba hasta hace no más de quince días, cambió radicalmente, el operativo destituyente, con marchas, paros y huelgas generales de gremios k, como pilotos de aviones, subterráneos y otros servicios, sumados a las movilizaciones de las peleas por espacio de poder de las organizaciones sociales, hoy quedó zanjada…
Uno de los secretarios generales de la CGT nacional, dijo que no le van a pedir textualmente “a Alberto, ningún aumento o bono de fin de año, porque saben que no hay recursos para ello” increíble pero real, la mejor demostración que sólo el peronismo y sus ramas pueden gobernar, el resto no tiene ninguna probabilidad como está quedando más que claro, pero que de todas formas, hay que reconocer que fueron votados, con su pasado incluido, nadie se puede hacer el distraído, en los tiempos por venir.
Aquí en ciudad gótica y Santa Cruz, todo está de la misma forma, pero con la diferencia, que el congelamiento, lleva casi cuatro años y parece que se extenderá aún más, en forma nuevamente compulsiva, con la también complacencia y mansedumbre, de jubilados, maestros, médicos, enfermeros, policías, empleados públicos y la comunidad familiar de ellos…
Si bien nadie sabe cómo será lo que viene por delante, debe quedar más que claro, que no es lo mismo, congelar con cierta recuperación salarial y de jubilaciones, que lo que ocurrirá en Santa Cruz, donde el congelamiento lleva años, con devaluaciones y permanente aumento de precios…
Salvo que ocurra el milagro con la llegada de CF, otra vez al poder y llegue finalmente el derrame económico, de obras y se cumplan todas las promesas y actas firmadas en la campaña, por AF.
Cada vez falta menos, para conocer la verdad…
Que Dios nos ayude…