¿Esto es lo que se votó?

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A veces es increíble, pero es real, ver cómo el relato los domina, le hace creer que lo que dicen, es casi un fragmento de la biblia, según declaró Alicia Kirchner en Bs As: “Los votos determinaron el proyecto que la gente necesitaba”

Sin duda, fue inmediatamente después de posar, en una foto (como es norma, riéndose) tras un brevísimo encuentro protocolar con el Presidente Alberto Fernández.

Alicia Kirchner volvió a usar como argumento por su primer gobierno, una excusa, que a días de iniciar el segundo es por lo pronto, un ensayo de que poco o nada tiene que decir importante.

Dicen que el gobernador de Santa Cruz, no se sabe bien porqué y hablando del gobierno del pdte Macri, disparó una frase, que quizás alguien la entienda y pueda explicar que realmente quiso decir y no le salió. La cita es textual: “No he tenido igualdad de oportunidades como otros distritos, tuve buena relación con el Ministro del Interior, (refiriéndose a Rogelio Frigerio) pero no tuve las mismas oportunidades”.

¿Qué habrá querido decir con oportunidades?, tan siquiera por mencionar, que el gobierno de Macri, fue el que inició la obra de la represas, que ni su hermano, ni su cuñada había logrado poner ni siquiera un camión con tierra, solo dejaron tras una década un cartel y promesas.

¿Por qué tanta ingratitud, con quienes le permitieron lograr superávit, con envió de miles de millones de pesos, a cambio de promesas incumplidas de transparencia, de cambios en el sistema electoral, en mesas de diálogo, hasta le pagó los sueldos a los maestros durante casi cuatro años y el ministro de educación del pdte Macri, le resolvió un prolongado paro, viniendo a la provincia y reuniéndose en Bs As, porque los impresentables que continúan en el Consejo de Educación, fueron y siguen, siendo inútiles para sostener aunque más no sea un reunión paritaria seria?

Nada bueno pudo haber salido tras treinta años de estos gobiernos y Santa Cruz, todo está a la vista, hasta cuando veamos los caños de desagüe en la ría, habrá que acordarse de Cambiemos…

Pero, estamos ante una reiteración, de los desafíos del país, en el que fracasan todas las recetas de teoría económica, sostiene Luis Cortina…

«Hay cuatro clases de países: desarrollados, en vías de desarrollo, Japón y la Argentina». La idea de Simon Kuznets, Premio Nobel de Economía en 1971, sigue rondando los destinos del país como un fantasma.

El académico se preguntaba por qué Japón, que había emergido de la Segunda Guerra Mundial en ruinas, estaba alcanzando un importante grado de desarrollo, mientras que la Argentina, que había llegado a ser casi una potencia económica hasta la Primera Guerra, nunca llegó a equiparar esos niveles y, por el contrario, estaba (y sigue estando) cada vez más estancada.

Después de haberse quemado las pestañas estudiando por qué fracasan aquí las recetas que funcionan en otros países, los ministros Martín Guzmán y Matías Kulfas llegaron a una primera conclusión, seguramente obvia para muchos expertos, pero que no pocos gestores políticos se empecinan en desconocer: la necesidad de encarar un plan integral que ordene la macroeconomía y, al mismo tiempo, alivie la acuciante situación social.

El propio Guzmán lo admitió, reconoció que la Argentina tiene un problema fiscal y debe converger al superávit primario (esto es, el resultado de caja sin contar el pago de la deuda), «pero no contamos con ningún recurso extraordinario para dar un impulso fiscal fuerte» que ayude a cumplir con los vencimientos de deuda previstos hasta ahora y, al mismo tiempo, reactivar la economía.

Estan admitiendo así la crucial diferencia del contexto en el que asume el Frente de Todos con los últimos gobiernos peronistas, que contaron con diferentes ruedas de auxilio al comenzar la gestión: las privatizaciones, en el caso de Carlos Menem; la soja rondando los 600 dólares la tonelada, con Néstor Kirchner, y la posibilidad de estatizar los fondos previsionales de las AFJP, con Cristina Fernández.

Así surge el gran desafío, con prácticamente solo dos caminos para enfrentarlo: ante la imposibilidad (política e incluso económica) de insistir con el ajuste fiscal, queda aumentar impuestos, (lo de la «solidaridad de los que más tienen», concepto que se incluyó en el nombre del proyecto de ley que enviaron al Congreso en sesiones extraordinarias)

¿Qué hacemos con el dólar, fetiche y resguardo de gran parte de los argentinos? Guzmán planteó la necesidad de alcanzar, en simultáneo con el superávit fiscal, «resultados comerciales consistentes con la estructura de deuda modificada».

Esto es, que el superávit comercial que ya despunta este año (aunque a costa de una profunda recesión que reduce persistentemente las importaciones) con el crecimiento de las exportaciones crezca aún más para generar los dólares para pagar importaciones necesarias para el crecimiento y, al mismo tiempo, la deuda externa.

Aquí asoman dos amenazas en lo inmediato. La sequía podría golpear a la región pampeana para la próxima cosecha de soja y maíz, lo que podría repetir el grave problema que vivió la administración Macri en 2018, justo cuando esos dólares eran más necesarios.

En simultáneo, no parece muy alentador el panorama de los precios internacionales de las materias primas que la Argentina exporta. Por consiguiente, menos dólares y menos recaudación (vía retenciones) que complicaría las metas que se trazó el ministro.

Fracasados los intentos de frenar la inflación vía controles de precios y vía restricción monetaria, tal vez sea este uno de los mayores desafíos que se le plantean a la gestión AF.

Podría haber un mix de instrumentos para lograrlo, que combine el cuidado de la emisión de dinero con una suerte de acuerdo de precios y salarios, al que se llegaría en el Consejo Económico y Social por formarse. Veremos. El tiempo de descuento ya comenzó.

Un dato muy preocupante con las medidas de emergencia y todo poderosas que quiere que le apruebe el congreso nacional al gobierno de AF, es que todo lo que empieza de este modo se convierte en permanente o casi permanente.

Sin ir más lejos, la última Ley de Emergencia Económica duró 16 años. Desde el 6 de enero de 2002 hasta el 6 de enero de 2018. Pero vale aclarar, que los tres mandatos de Néstor Kirchner y de CF, y ahora este cuarto mandato, fueron y serán bajo emergencia económica.

Lo que se conoce sobre la mal llamada ley de solidaria, -porque si es compulsiva, de solidaridad nada tiene- son medidas que se limitan a cobrarles impuestos a unos para dárselos a otros (bienes personales, derechos de exportación, impuesto a la herencia impuesto al dólar etc), deseos de tratar de renegociar la deuda pública y sustituir importaciones, en este caso, en turismo.

Es decir por el momento, no se observa ninguna propuesta de crecimiento de largo plazo. Todo está concentrado en la emergencia, pero no se conocen medidas de carácter estructural.

Según el economista Roberto Cachanosky “El monto que se podría gastar por tarjeta alimentaria, varía entre $4.000 mensuales a $6.000 mensuales por tarjeta, dependiendo de la cantidad de personas que haya en la familia.

Suponiendo un promedio de $5.000 mensuales, esto implica un gasto público de $10.000 millones mensuales, es decir $120.000 millones al año. Esto significa multiplicar por 24 el presupuesto para ese fin de $4.900 millones asignados al presupuesto 2020 a Tarjetas Alimentarias o multiplicar por 5,5 el presupuesto total de asistencia alimentaria previsto para el año que viene que era de $21.846 millones.

¿De dónde saldrá esa plata? De todas maneras, el problema de fondo es cómo lograr crecer, y eso se consigue con inversiones.

Si la idea era reactivar la economía vía el consumo interno mediante expansión monetaria, quizás no se dieron cuenta que pueden chocar contra un proceso inflacionario muy grave.

Y como al mismo tiempo no hay condiciones para atraer inversiones, -nadie nos presta un dólar, hasta ahora- no  se ve la posible reactivación interna y mucho menos el crecimiento de largo plazo de la Argentina, como dicen el teórico ministro de economía Martín Guzmán, dicho esto con todo respeto por su carrera académica.

Y finalmente, en pocas horas se celebre el aniversario de ciudad gótica, Río Gallegos, que mejor manera de festejar, aparte de los grupos de cumbia y los paseos, que el gobierno nacional y popular de la alegría, de la provincia de Santa Cruz haya informado con varios días de anticipación,  que el día sábado 21 de diciembre los empleados y los jubilados de la comunidad de la administración pública tendrán depositados en sus cuentas, esclavas sueldos, del banco que solía tener el nombre de la provincia el aguinaldo, o el Sueldo Anual Complementario, incluyendo al Poderes Legislativo y Judicial, y se supone que el resto también, aunque siempre puede haber alguna sorpresa.

Mientras, aquí sea momento otra vez de discursos y actos, el resto del país seguirá transitando los pasos preliminares al impuestazo más importante de los últimos 20 años en el país, bajo la falsedad de la solidaridad, sin duda este no será el fin de año que muchos imaginaron, en el club de los desencantados…

Que Dios nos ayude…

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